No solo han estado recortando gastos sociales y eliminando derechos,
sino que han privatizando servicios en materias básicas, sensibles y
fundamentales en el campo de la educación, la sanidad y la protección
social. Esquilmando el patrimonio público, en beneficio de sus amigos,
han institucionalizando la corrupción.
«La represión requiere Fuerzas de Orden Público bien dotadas y
adiestradas, códigos penales duros y jueces enérgicos que sirvan
fielmente al Estado y al régimen» (Carrero Blanco, Pilar Urbano, El
Precio del Trono, 2011). Así A imagen de esta idea lo está haciendo el
gobierno. Ante los recortes que continuarán y previendo un año
caliente en protestas y críticas a su gestión, preparan el terreno.
Temen el efecto olla a presión, que todo les estalle y se produzca el
caos después de haberlo provocado. Dictan la ley mordaza de seguridad
ciudadana para coartar la libertad de expresión; modifican el código
penal para criminalizar las protestas, adquieren materiales
antidisturbios, y realizan cursos de formación para la policía al
servicio, no del Estado, sino de sus políticas.
Han eliminado el modelo de bienestar, que se estaba construyendo con
lucha y esfuerzo a lo largo de años, por el neoliberalismo económico,
el totalitarismo político y la insolidaridad social. Menos Estado, más
economía, menos democracia, más opresión y menos derechos. La
situación en la que no encontramos, es la que querían. Es el modelo de
miseria del Partido Popular. Hemos retrocedido decenas de años en
bienestar, derechos sociales, humanos y políticos. Aquí estamos. Es lo
que querían. Es su modelo.
Las últimas medidas adoptadas por el ejecutivo, muestran su peor
cara: congelación del salario mínimo interprofesional, congelación de
la pensiones de jubilación, congelación de las prestaciones por
desempleo y subida de las tarifas eléctricas. Lo de Gallardón y su
contrarreforma del aborto, ya lo he dicho la semana pasada: es otra
canallada contra los derechos de las mujeres, propia de este gobierno
heredero del franquismo y representante de la derecha reaccionaria
ultracatólica fascista autoritaria y machista.
No voy a hacer balance de lo ocurrido en este nefasto año que
termina. El gobierno, al servicio del poder económico, ha establecido
su modelo con la excusa de la crisis. Con posiciones autoritarias, en
detrimento de las instituciones democráticas, secuestradas por las
élites, infunden miedo, con la pretensión de aislar a los individuos.
Han conseguido todo el poder sin oposición visible, porque quienes
tenían que haberse opuesto a ese modelo y presentar una alternativa,
han estado desaparecidos de la escena o pactando puntualmente,
legitimando su política autoritaria y antisocial.
Realmente mañana será otro año, pero parece que no va a ser mejor que
estos dos anteriores. No hay señales de recuperación a la vista. Si la
economía en el ámbito internacional muestra fatiga, la de España sigue
hundida, cercana a una «gran depresión». La economía real, la de la
subsistencia de la mayoría de los españoles, está tan deteriorada, que
harán falta veinte años para poder encontrar un equilibrio y comenzar
de nuevo. Nada va a ser como antes. Si la banca, Rajoy y el PP, dicen
que «el año 2014 será mejor», tengo la completa seguridad de que será
malo para mí y para las personas de la «clase» a la que pertenezco. Y
no lo digo por sabio, sino por haber aprendido de lo ocurrido.
Frente a lo que se avecina, saquen lo mejor de si mismos, valores,
anhelos y principios, y pónganlos al servicio de la igualdad, de la
justicia social y de la solidaridad; luchen por ello, con todas las
fuerzas y los medios a su alcance. Nada es fácil. Levántense contra el
Sistema que está permitiendo que lleguemos a esta situación. Alcen la
voz contra el estado autoritario que está implantando el gobierno.
Griten ¡con acritud! y denuncien lo que se está haciendo en perjuicio
de los trabajadores, desempleados, enfermos, viejos y dependientes.
Sigue mereciendo la pena luchar por todo ello; y yo con ustedes. Mis
mejores deseos, a la buena gente, para que alcancen bienestar, salud,
trabajo, dinero, amor y suerte; para hoy y para siempre. |