25M; análisis a pie
de urna |
25 de mayo de 2014 |
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Todo parecía que la desafección de la ciudadanía hacia las
instituciones y en especial hacia las europeas estaba llegando a
niveles alarmantes. Los resultados, muestran que las predicciones no
estaban desencaminadas. Al menos el 54,15% de los votantes —de un
censo de 36,5 millones de personas—, más de la mitad, no ha ejercido
su derecho a voto y en Europa ha llegado al 56,89%. |
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De alguna forma, la alta abstención, deslegitima la capacidad de las
candidaturas elegidas para llevar a cabo sus propuestas electorales.
Este 25 de Mayo, 500 millones de ciudadanas y ciudadanos —el censo
electoral está formado por más de 360 millones—, de los 28 Estados
miembros de la Unión Europea, hemos celebrado las primeras elecciones
bajo el Tratado de Lisboa, que ha supuesto, no solo elegir a los 751
eurodiputados al Parlamento Europeo, sino también, de forma indirecta,
al presidente de la Comisión. Los países con mayor población tienen
más escaños que los países con menos, pero estos últimos, tienen más
escaños de los que tendrían si se aplicara la fórmula directa
proporcional. Seis escaños tienen Malta, Luxemburgo, Chipre o Estonia,
frente a 99 Alemania, 74 Francia, y 73 Italia y Reino Unido; España,
con 47 millones de población, le corresponden 54 eurodiputados.
El clima de desánimo y desinterés ciudadano respecto de la vida
política, se ha traducido en una tasa de participación del 45,85%; es
decir, 0,95 puntos superior a la de 2009 (44,90%), que supondría uno
de los niveles más bajo de las elecciones europeas celebradas en
España. En las elecciones de junio de 1989, participó el 54.8% y en
las de junio de 1994, un 59.6%. El desplome participativo se originó
en las de junio de 2004, con solo un 45.9% de votantes sobre el total
de electores, y se consolidó en junio de 2009, en las que hubo una
participación del 44,9%. En España, la participación ha sido algo
superior a la media comunitaria.
Desde las elecciones europeas celebradas el 7 de junio de 2009, el
Parlamento Europeo, con 754 eurodiputados, ha tenido la siguiente
conformación, según el número de escaños y porcentaje de
representación: 265 escaños y 36% el Grupo Parlamentario Populares
Europeos; 184 escaños y 25% los Socialistas y Demócratas; 84 escaños y
11,4% los Liberales y Demócratas; 56 escaños y 7,5% los Conservadores
y Reformistas; 55 escaños y 7,3% el ALE-Los Verdes; 35 escaños y 4,8%
La Izquierda; 32 escaños y 4,5% Euroescépticos; y 27 escaños y 3,5%
los Parlamentarios no inscritos.
Por su parte los 50 escaños de la representación española han estado
repartidos entre seis formaciones políticas: PP con el 42,72% y 23
escaños; PSOE 39,33%, 21 escaños; Coalición por Europa CEU 5,18%, 2
escaños; IU 3,77%, 2 escaños; UPyD 2,89% y 1 escaño; y Europa de los
Pueblos-Verdes 2,53%, 1 escaño. Ahora, además, han conseguido
representación parlamentaria: Podemos y Ciudadanos, con 5 y 2 escaños
respectivamente.
Si todo se desarrolla como esta previsto, según Ángela Merkel, habrá
una «gran coalición», una «propuesta consensuada», un pacto entre los
grupos mayoritarios —conservadores y socialdemócratas—, para la
formación de la nueva Comisión y elección del Presidente, que
dirigirán la política europea los próximos cinco años. El candidato
del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) presentó a Jean-Claude
Juncker —ex primer ministro de Luxemburgo y antiguo presidente del
Eurogrupo—. El Grupo de la Alianza de Progresistas Socialistas y
Demócratas (S&D) ha sido Martin Schulz, —actual presidente de la
Eurocámara—. Por su parte, el Grupo de la Izquierda Unitaria
Europea-Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) presentó a Alexis Tsipras,
líder del partido griego Syriza. Visto lo visto, la próxima Comisión,
será algo parecido a lo que hasta ahora teníamos: gobernará la derecha
conservadora.
En cuanto a los resultados generales en el ámbito europeo, podemos ver
como la participación ha ido descendiendo convocatoria tras
convocatoria, desde el 62% de 1979 (con solo nueve países miembros),
al 43% de 2009 (con 27 países), 0,11% menos que la abstención de las
actuales elecciones, con el 43,11%, con 28 países. Entre los grandes
países de la UE, la participación en Alemania se situó en el 47,9%,
mientras que en Francia alcanzó el 43,5%, en Italia el 60% y en Reino
Unido el 36%.
Los dos grandes grupos no se han visto tan afectados como podría
esperarse. El PPE ha obtenido 211 de los 751 escaños, un 28.1% del
total y los socialdemócratas (S&D), subiendo cuatro escaños, hasta
llegar a los 193 (25,7%). A estos les sigue la Alianza Liberal
Demócrata, que sufriría un fuerte castigo, pasando de 84 a 74, como
tercera fuerza del Parlamento Europeo. Con estos resultados, los dos
grandes grupos han obtenido 404 escaños, por lo que se verán obligadas
a trabajar juntas. El candidato del PPE a presidir la Comisión, Jean-Claude
Juncker, considera ganador a su grupo y ya ha reclamado sustituir a
Durao Barroso al frente del Ejecutivo comunitario.
Según las encuestas a pie de urna La Coalición de la Izquierda Radical
Syriza ha ganado las elecciones en Grecia (entre el 26% y el 30% de
los votos), seguida de los conservadores del primer ministro, Andonis
Samarás, quedando en tercer lugar el partido neonazi Amanecer Dorado,
con entre el 8% y el 10%.
En Francia, ganaría las elecciones, por primera vez a nivel nacional,
la ultra derecha de Marine Le Pen, Frente Nacional, con, un 25%;
quedando relegado a la tercera posición el Partido Socialista en el
gobierno, con un poco más del 14%. En segunda posición se situó la
conservadora Unión por una Mayoría Popular (UMP), con algo más del 20%
de los votos. Le Pen aspira a crear un nuevo grupo de extrema derecha
antieuropeo, lo que le permitiría acceder a más recursos.
En Alemania, el bloque conservador de la canciller Ángela Merkel
habría ganado las elecciones europeas con el 36% (con entre 35 y 36
escaños), recortando posiciones el Partido Socialdemócrata (SPD), con
entre 27 y 28 escaños (27,5%). Los Verdes obtendrían entre 10 y 11
escaños (11%) y La Izquierda que aspira a 7 u 8 (8%). Los
euroescépticos Alternativa por Alemania (AfD), irrumpen con fuerza con
el 6,5% de los votos, obteniendo 6 escaños y entran por vez primera en
la Eurocámara.
En Italia el Partido Democrático, que lidera el primer ministro,
Matteo Renzi ha obtenido el 33% de los votos, seguido por el
euroescéptico Movimiento 5 Estrellas, con el 26,5%, mientras que Forza
Italia, el partido de Silvio Berlusconi, ha quedado relegado a la
tercera posición con el 18%.
El ultranacionalista y xenófobo Partido Popular Danés ganó en
Dinamarca con el 23,1%. En Finlandia, los conservadores de la
Coalición Nacional, con el 22,4%. En Portugal han ganado los
socialistas, con entre el 30% y 34%, unos siete puntos más que en las
anteriores europeas, mientras que la Alianza Portugal, que integran el
PPD/PSD y su socio de coalición, obtienen entre el 25% y el 29% de los
votos. La tercera posición la alcanza el Partido Comunista de
Portugal, con entre el 12% y el 15%.
Como estaba previsto, se ha producido el ascenso de partidos de la
ultraderecha, nacionalistas, euroescépticos y populistas. El ascenso
de estos partidos, diferentes en su origen, pero con una misma
desconfianza hacia la UE, responde a distintos motivos, y no siempre
tiene raíces sólidas en la política nacional: el ascenso creciente de
la xenofobia y rechazo a los inmigrantes, la exaltación de la patria,
por encima de instituciones supranacionales y el rechazo al Sistema.
Partidos de raíz neofascista y populistas de derecha que van ahora
juntos.
En España, las últimas encuestas, apuntaban a un empate técnico entre
Partido Popular (PP), 31,5% y Partido Socialista Obrero Español
(PSOE), 30,5%, dando ligera ventaja al PP, obteniendo idéntico número
de escaños, 19 cada uno. Como vemos, los resultados obtenidos se
alejan mucho de las predicciones a la baja. El PP ha obtenido 16
escaños (26,05% de los votos) y perdiendo 8 escaños gana las
elecciones. El PSOE, obtiene 14 escaños (23,02% de los votos),
perdiendo 9 escaños, ha sufrido una escandalosa derrota. El
bipartidismo, que no llega ni al 50% de los votos, definitivamente
pierde poder. Veremos como repercuten los resultados de estas
elecciones en la política nacional y en la europea
Podemos es el gran triunfador. Con Pablo Iglesias a la cabeza, ha
conseguido un 7,96% de los votos y 5 eurodiputados, en sus primeros
comicios en los que se presenta en sus cuatro meses de vida. La
Izquierda Plural, articulada en torno a IU, con el 9,99%, triplica el
número de votos y consigue 6 escaños (4 más de los que tenía). UPyD
sube con fuerza y pasa de un representante a cuatro. CEU (CiU y PNV)
se queda con tres. EPDD obtiene dos eurodiputados, así como
Ciudadanos. Con un escaño se quedan Los Pueblos Deciden y Primavera
Europea. Vox se queda fuera del Parlamento y el partido de Elpidio
Silva, con un 0,67% de los votos, supera al Partido X, con 0,63%.
El bipartidismo en Europa se mantiene con una leve pérdida de peso
relativo y en España se resiente de forma definitiva. Esta disminución
ha sido como consecuencia al amplio descontento ciudadano hacia la
forma en que el PP y el PSOE han gestionado la actual crisis. Está por
ver como se proyectan estos resultados sobre las elecciones generales
del próximo año. Han obtenido escaños algunas nuevas formaciones, que
van a dar más color a la eurocámara y en España mayor peso a las
candidaturas independientes y ciudadanas, como es el caso de Podemos.
Los grandes han perdido las elecciones y nada va a seguir siendo
igual. El movimiento ciudadano se ha dejado notar en estas elecciones,
percibiéndose la necesidad de una regeneración democrática. Caras de
funeral en Génova y en Ferraz, la valentía de Elena Valenciano, que
con la ausencia del secretario general del PSOE, valora los resultados
como muy malos para su formación. Algo diferente tienen que hacer, se
me ocurre que reconvenirse a la ideología de la que nunca debieron
separarse. Otros han subido en votos y representación, con la
esperanza de que cualquier tiempo que venga sea mejor. La ciudadanía
seguimos a la espera. |
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