Querido Shangay Lily:
Te conocí un día
de noviembre hace un par de años. Tuviste a bien venir a la
presentación de mi libro «Reflexiones republicanas». Fue un gran
honor contar con tu presencia y la de un buen número de amigas y
amigos, mis hij@s y mis niet@s y mi compañera Clara que nos
acompañaron.
Tu presencia dio
tono y color al evento; también compromiso con las reflexiones que
fueron presentadas por Antonio Miguel Carmona y la periodista Rosa
Paz. También estaba Bea Talegón, nos conocimos los tres el mismo
día de color rojo, amarillo y malva, como los colores de este mes
de abril.
Me dirijo a ti
en este día, sabiendo que no mes escuchas ni me leerás; cuando uno
sale por la puerta por la que tu saliste hace un año, la
existencia desaparece para nunca volver, pero el recuerdo perdura,
como quedó en mi memoria tu forma de ser y actuar. Te conocí
viéndote en la tele y en algún espectáculo de la noche madrileña.
No lo sabes,
pero yo también fui artista «mago- ilusionista» y también anduve
en la televisión de los sesenta de Boby Deglane y cuando empezaba
a presentar programas el Monchito de Moreno, en saraos
nocturnos y cabaretes desde bien joven. Lo que más me
impactó fue verte irrumpir en la conferencia de Mariano Rajoy, con
tu vestuario especial para la ocasión, con turbante amarillo, al
grito de «Basta ya de homofobia en el PP».
La vida de lucha
social y política, con tu derroche de generosidad, sigue siendo la
lucha que mantenemos muchos hoy y te recordamos, porque la lucha
por la libertad, la justicia social y la solidaridad sigue siendo
necesaria.
Víctor
Arrogante