El 25 de
diciembre de 1991, dimitió Mijaíl Gorbachov; con él desapareció la
Unión Soviética. Algunos podrían saberlo; muchos ni nos imaginábamos
que pudiera ocurrir. El 1 de diciembre, Ucrania celebró un
referéndum en el que la mayoría votó por la independencia. El 8 de
diciembre del mismo año, los líderes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia
(Yeltsin, Kravchuk y Shushkévich) firmaron el tratado de Belovezha.
Gorbachov se enteró por teléfono de la firma del tratado, que
declaraba la disolución de la URSS y el establecimiento de estados
en las antiguas Repúblicas. "Buenas noches. La URSS dejó de
existir"; así comenzó el boletín de noticias de la televisión. Ya se
había arriado la bandera roja en el Kremlin
Mijaíl
Gorbachov, el 11 de marzo de 1985, fue elegido secretario general
del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.
Posteriormente fue elegido jefe del Estado. Al llegar al poder,
Gorbachov anunció que su principal objetivo eran las reformas y
apareció un nuevo concepto: la "perestroika" (reestructuración).
Surgió un movimiento político que pretendía reformar la economía y
el sistema político. También empezó a conocerse el término "glásnost"
(apertura, transparencia o franqueza).
La Guerra Fría dominó la segunda mitad del
siglo XX y consiguió el colapso del comunismo.
Todo comenzó con el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Fue un enfrentamiento político, económico, social, militar,
informativo, científico, incuso deportivo entre el llamado bloque
Occidental (occidental-capitalista) liderado por Estados Unidos, y
el bloque del Este (oriental-comunista) liderado por la Unión
Soviética. Se denominó Guerra Fría porque no se activó la guerra
entre ambas naciones, por temor a una escalada nuclear. El período
de tensión entre los EEUU y la URSS estuvo al rojo vivo entre los
años 1945 y 1991.
La Unión Soviética quería difundir su
ideología comunista a todo el mundo, lo que alarmó a los americanos,
que odiaban ese sistema, pese a haber sido aliados en la Guerra. La
adquisición de armas atómicas por parte de los americanos alertó a
los soviéticos y creció el temor al ataque mutuo. EEUU inició una
política de entendimiento con China para contener a los soviéticos.
La URSS invadió Afganistán en 1980, lo que llevó a los americanos y
a sus aliados a boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. En
represalia, los soviéticos y sus aliados boicotearon los Juegos
Olímpicos de Los Ángeles en 1984. Por medio estuvo
la crisis de los misiles en Cuba.
El
presidente norteamericano Reagan definió a la Unión Soviética como
un imperio del mal que sería confinada a la pila de las cenizas de
la historia. El Gobierno americano anunció una importante
acumulación de armas en un momento en el que los rusos se
encontraban en un estado económico de debilidad. En 1985, Gorbachov
se convirtió en el nuevo líder de la URSS, adoptando una actitud
conciliadora con los americanos. En 1989 se retiró de de Afganistán
y un año más tarde se firmó la reunificación de Alemania. El colapso
de la Unión Soviética propició el fin de la Guerra Fría.
Algunos
efectos de la Guerra Fría, se pueden resumir en que los EEUU y la
URSS acumularon grandes arsenales de armas atómicas y misiles
balísticos; se formaron los bloques militares de la OTAN y el Pacto
de Varsovia; se produjeron las guerras en Vietnam y Corea; la Unión
Soviética se derrumbó debido a sus debilidades económicas; se
derribó el Muro de Berlín y se desintegró el Pacto de Varsovia; los
estados del Báltico y algunas repúblicas lograron la independencia;
y EEUU se convirtió en la única superpotencia del mundo y se
derrumbó el comunismo.
"Dada la situación creada por la formación de
la Comunidad de Estados Independientes (CEI), ceso en mi cargo de
presidente".
De esta forma tan simple comunicó Mijail Gorbachov al pueblo
soviético su salida del Kremlin. Al mismo
tiempo anunció que haría "todo lo posible" para que esa nueva
organización ayudara a aliviar los problemas del pueblo y a salir de
la crisis. Después, firmó un decreto por el que traspasaba el botón
nuclear al jefe de las fuerzas armadas, mariscal Sháposhinikov, ex
ministro de defensa de la URSS. El Gobierno español, en su último
Consejo de Ministros del año, hizo una declaración sobre los
acontecimientos en la antigua URSS, acogiendo positivamente a la
CEI. La Comunidad Europea reconoció a Rusia como heredera legítima
de la URSS.
La
entrega formal a Borís Yeltsin, presidente de Rusia, del maletín con
las claves nucleares, se produjo a los pocos minutos que la
televisión difundiera la despedida de Gorbachov y sólo después de
que Yeltsin hubiera comunicado a la ONU que Rusia se declaraba
heredera de la URSS y asumía sus compromisos. Dos horas antes de su
discurso televisado, y todavía en calidad de presidente, Gorbachov
informó al presidente George Bush, que cedía el botón nuclear a
Yeltsin.
En 1991,
Gorbachov ya no dominaba la situación. A comienzos de ese año, las
repúblicas bálticas –Estonia, Letonia y Lituania, invadidas por
Stalin en 1940– iban a ser independientes. "Si había que dividir la
URSS, se podía haber hecho con cabeza, recuperando una especie de
economía mixta. Tal vez la URSS se habría desintegrado de todas
formas, pero no de una manera tan dramática, y no en 15 trozos",
opina el politólogo Borís Kagarlitski. "Pero había grupos, como las
élites regionales, a quienes interesaba un cambio rápido para
hacerse con el control".
En marzo
de 1991 se celebró un referéndum en el que la mayoría de la
ciudadanía soviética votó a favor de mantener unida la URSS. Además,
el líder soviético logró un compromiso para firmar un Nuevo Tratado
de la Unión. "Habría permitido preservar la URSS tal vez en una
forma cercana a una confederación", explica Yuri Voronézhtsev, del
Grupo Interregional, la primera oposición parlamentaria legal en la
URSS. Pero dos acontecimientos dejaron en el olvido el referéndum y
convirtieron a Gorbachov en un líder con los pies de barro. El
primero fue la elección de Yeltsin como presidente de Rusia, lo que
creaba en Moscú una lucha por el poder entre los dos presidentes. El
segundo fue más decisivo: el golpe de Estado del 19 de agosto, un
día antes de la fecha prevista para la firma del Nuevo Tratado. La
asonada fracasó, pero salieron reforzados los partidarios de acabar
definitivamente con la URSS, y sobre todo Yeltsin.
El golpe de Estado, conocido como el Golpe de
Agosto, se desarrolló entre los días 19 y 21. Un grupo de miembros
del Gobierno y del KGB depusieron brevemente al Presidente Gorbachov
e intentaron tomar el control del país. Los líderes del golpe eran
miembros de la "línea dura" del PC y del KGB, que entendían que el
programa de reformas había ido demasiado lejos y que el
Nuevo Tratado de la Unión dispersaba
demasiado el poder del gobierno central en favor de las repúblicas
soviéticas. El golpe fracasó y Gorbachov volvió al poder. Aun así,
los hechos ocurridos minaron la legitimidad del PCUS, contribuyendo
aún más al colapso de la URSS.
Responsabilizar del
fin de la URSS exclusivamente a Gorbachov, bien por su acción o por
su inacción,
es uno de los argumentos recurrentes del actual Partido Comunista de
la Federación Rusa. ¿No escribió el propio
Karl Marx en El 18 brumario de Luis Bonaparte que los hombres "hacen
su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo
circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas
circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les
han sido legadas por el pasado"?.
Es claro
que después del golpe de Estado contra Mijaíl Gorbachov el proceso
de desintegración se aceleró. El tratado de Belavezha fue su acta de
defunción (Stephen Cohen lo ha calificado de "segundo golpe"). La
URSS existió de facto hasta el 26 de diciembre, cuando el Soviet
Supremo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas firmó su
propia disolución. El viejo régimen se derrumbó antes de que
surgiera el nuevo.