Mi amigo,
el periodista Perico Echevarría, ha sido absuelto de una condena
solicitada de cuatro años por delitos de injurias y calumnias de los
que le acusaba SantaLucía Seguros. Perico desveló en Diario
Progresista (etapa anterior) el conocido como «caso Nico Ferrando», en
el que el trabajador denunció a la compañía por sufrir acoso laboral
de carácter homofóbico. Ahora, la sentencia establece que el
periodista cumplió su labor de trasladar a los lectores «información
veraz y contrastada».
Perico Echevarría, dirige ahora la revista
La Mar de Onuba, y ha sufrido desde hace
unos años persecución judicial por el gigante de los seguros
españoles, que solicitó una condena de dos años de prisión por un
«delito continuado de injurias», y otros dos años por uno de
«calumnias», a causa de las informaciones publicadas durante su etapa
como redactor jefe de Diario Progresista. A Nico Ferrando, joven
exitoso agente de seguros, que operaba para la compañía SantaLucía, le
despidieron después de haber sufrido, según denunció él mismo en los
tribunales, un auténtico calvario de discriminaciones y humillaciones
por su nunca ocultada orientación homosexual.
Las
informaciones publicadas por Echevarría, siempre soportadas en
testimonios directos y documentos, originó un gran revuelo y malestar
en el colectivo LGTBI, que manifestó su solidaridad y apoyo al joven
Ferrando por parte de destacadas personalidades, entre ellos el
fallecido Pedro Zerolo, las diputadas y activistas Carla Antonelli y
Ángeles Álvarez y la entonces presidenta de la Federación Estatal de
Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, Boti García Rodrigo.
La
respuesta de SantaLucía Seguros fue interponer una querella por
injurias y calumnias en los juzgados de lo Penal, que fue admitida a
trámite y cuya vista tuvo lugar el pasado jueves, 8 de Marzo, en
Madrid. Se da la circunstancia de que con anterioridad, Santa Lucía
S.A. había presentado, por los referidos artículos, una demanda de
conciliación contra el director del Diario Progresista, Antonio Miguel
Carmona, y contra Perico Echevarría, como paso previo a la
interposición de una querella por injurias y calumnias, que se
resolvió en marzo de 2015, cuando ambos firmaron un acuerdo
transaccional entre las partes, por el que los demandados se
retractaban de los citados artículos, y Santa Lucía S. A. renunció al
ejercicio de acciones penales contra ellos.
Para Perico, fueron momentos amargos
profesionalmente. Hace más de treinta años, entró como auxiliar de
redacción en los informativos de la Cadena Ser, y en todos estos años
jamás ha pasado por una situación como la actual. Ha escrito miles de
artículos, ha desvelado multitud de historias y nunca se ha
cuestionado su trabajo como periodista. Nunca ha tenido que
retractarse «de una sola línea que haya firmado», asegura a
Irispress Magazine. Pero en esta ocasión se
daban circunstancias especiales. Si la querella de entonces, como ha
ocurrido después, hubiese sido admitida a trámite, Carmona, su jefe
entonces (y común amigo), y candidato por el PSOE a la alcaldía de
Madrid, hubiese llegado a la cita electoral como imputado, y, sin duda
utilizado contra él por su rival Esperanza Aguirre en su beneficio
político.
La rectificación en cuestión venía a decir: «Por
el presente comunicado la sociedad Editora Diario Progresista S.L.;
Manuel Arias Marco, en calidad de director desde el 1 de septiembre de
2014; Antonio Miguel Carmona Sancipriano, en calidad de ex-director
hasta el 1 de septiembre de 2014; y Pedro Echevarría Sánchez, en
calidad de redactor, manifiestan que reconocen que no debieron
publicar los artículos, así como que no se contrastó debidamente la
información publicada» (El
Mundo 23 abril 2015).
Pasadas las elecciones municipales, Perico
Echevarría volvió a publicar la historia de acoso laboral homofóbico
sufrido por Nico Ferrando, en su blog personal,
Ciudadano Pan, y como era de esperar,
SantaLucía Seguros volvió a presentar una demanda de conciliación,
solo que esta vez Echevarría se negó a retractarse de las
informaciones publicadas, e incluso amplió los hechos sucedidos desde
entonces.
J. Nicolás Ferrando no formaba parte en realidad
de la plantilla de SantaLucía, sino de una empresa intermediaria,
hasta mayo de 2014, al salir de la firma aseguradora demandó a la
compañía y a su superior directo por presuntos delitos de odio.
Asegura que sufrió acoso por parte del director de la oficina en
General Ricardos de Madrid, por referirse a él como «maricón de
mierda». Ferrando decidió plasmar su versión de lo ocurrido en el
relato novelado Homofobia
Seguros. Un mundo sin protección tras su
paso por una de las empresas aseguradoras más conocidas de nuestro
país.
Nico dice que como no tiene dinero para
psicólogos y es escritor, decidió contar su historia a través del
libro. «En
un primer momento estuve con psicólogos, pastillas y con una ansiedad
tremenda». Para él ha sido un aprendizaje
llamar a las cosas por su nombre: «he sido víctima de un delito de
odio». Y tiene razón, acosar a una persona, según el código penal, por
su orientación sexual, sexo y otros motivos es un delito.
Nico
Ferrando denunció haber sido despedido después de sufrir acoso
homofóbico y humillaciones. Su jefe le describía como «la vedette de
la compañía» y cuestionaba la «virilidad de sus corbatas». Además,
según confirmaron −de forma verbal y escrita− a Perico Echevarría y
este publicó primero en Diario Progresistas y después en Ciudadano
Pan, varios de los clientes que habían suscrito pólizas de SantaLucía
a través de Ferrando, recibieron inquisitivas llamadas en las que se
les preguntó si habían obtenido favores sexuales del joven agente de
seguros a cambio de adquirir los diferentes productos de la
aseguradora. La extrema situación que llegó a vivir, le llevó a
precisar de tratamiento médico hasta que, finalmente, fue despedido de
la compañía. Hoy, con la absolución de Perico, también se hace
justicia con Nico.
Si en el libro cuenta su caso, también pone de
manifiesto
las irregularidades que ha cometido la aseguradora como
los falsos autónomos o el fraude a la Seguridad Social. Como cuenta en
el libro, contratan a personas que están tres meses cobrando en negro,
sin dar de alta y luego les obligan a hacerlo como autónomos cuando
tienen un horario, unas reglas para trabajar y material propio.
Obviamente, no son trabajadores por cuenta ajena, y a mí eso me
fastidia mucho porque es dinero nuestro. «Yo tengo 36 años y quiero
cobrar pensión el día de mañana».
En la
sentencia 190/2018 del Juzgado de lo Penal Nº 3 de Madrid, ha quedado
probado que el acusado Perico Echevarria publicó el 14 de febrero de
2016, una entrada en su blog personal, adjuntando enlaces a artículos
y noticias, publicados entre julio y octubre de 2014, referidos al
caso «Nico Ferrando» relativo a un presunto caso de discriminación por
motivos de orientación sexual y de origen, discriminación que habría
sido sometida durante su relación laboral con SantaLucía.
Que la
historia, revelada por Perico Echevarría, llegara la opinión pública
no gustó nada a Santa Lucía Seguros, que decidió matar al mensajero y
presentar la querella por injurias y calumnias, por las que el
periodista se ha sentado en el banquillo. Se ha juzgado a su persona y
a la Libertad de Prensa. Pero la Justicia no ha estimado las
pretensiones de la compañía de seguros, y en una sentencia, solo seis
días después de haberse celebrado a vista oral, ha absuelto a Perico
de los delitos imputados. Antonio Miguel Carmona me dice que como no
podía ser de otra forma: «Defiendo la inocencia de Perico y su
libertad de expresión».
Nico
Ferrando, sobre la sentencia absolutoria, quiere puntualizar, cómo las
empresas grandes como Santa Lucia, «utilizan de forma torticera la
justicia. Con Perico intentando socavar su profesionalidad y conmigo,
interponiendo querellas penales (3 en total) para eternizar un proceso
que ya lleva 4 años».
El texto de
la sentencia establece que Perico Echevarría cumplió debidamente con
el Código Deontológico del periodismo, y ofreció a sus lectores
información «veraz y contrastada» sobre el caso Ferrando. Se ha hecho
justicia; como tiene que ser. Porque con independencia de la verdad o
no del contenido de las informaciones, la información fue veraz y no
excede los límites de la libertad de expresión.
Este es un
caso que afecta a la Libertad de Prensa, que la Justicia ha defendido,
en momentos en los que conocemos sentencias y persecuciones aberrantes
contra quienes se expresan sin cortapisas. En este caso ha habido
persecución y en el de Nico acoso homofóbico y despido laboral por
envidia y celos: “That’s the question”.