En la
madrugada del 25 al 26 de octubre de 1917, los bolcheviques derriban
al Gobierno Provisional y toman el poder. El Asalto al Palacio de
Invierno de Petrogrado, símbolo de la monarquía, fue un
acontecimiento clave en la Revolución rusa. El alzamiento tuvo
escasa resistencia. La revolución soviética comenzaba.
El
creciente protagonismo de los consejos locales, creó en Rusia una
dualidad de poderes: el legal del Gobierno Provisional; y el real de
los soviets liderados por Lenin. La caída del Gobierno Provisional
de Kerenski se consumó tras el Asalto. Los soviets se habían
apoderado de los puntos estratégicos de la ciudad (central
telefónica, estaciones de ferrocarril, y edificios oficiales). El
crucero Aurora, anclado en el puerto, bombardeó el Palacio. Se
constituyó un Consejo de Comisarios del Pueblo, formado por
bolcheviques, que sustituyó al gobierno derrocado.
Eran las 12:30 de la mañana del 8 de noviembre
de 1917 (25 de octubre en Rusia según el entonces vigente calendario
juliano). "Anoche a las nueve empezó un vivo fuego de fusilería,
ametralladoras y cañones alrededor del Palacio de Invierno, que
dista de esta embajada solo unos 500 metros".
El telégrafo repiqueteaba en Madrid las palabras que enviaba desde
Petrogrado Justo Garrido Cisneros, el
encargado de Negocios de la Embajada de España. Además de Garrido,
también se encontraba en la capital la periodista, Sofía Casanova,
corresponsal del diario ABC. "Al escribir estas líneas se oyen los
primeros cañonazos dirigidos a la enorme mole roja del Palacio,
donde el zarismo había concentrado sus imperiales esplendores y que
ahora cobija al gobierno republicano bombardeado por sus
contrincantes radicales pacifistas".
La revolución rusa de 1917,
comenzó con la llegada de Lenin al liderazgo de un imperio en
transformación. La primera guerra mundial
sometió a tensiones brutales a la sociedad rusa y provocó la
revolución, que acabó con la autocracia zarista, transformándose en
una república federal socialista. Una sociedad de campesinos
empobrecidos se elevó a la condición de gran potencia industrial. La
economía fue centralizada por el Estado y el poder político en manos
del Politburó, estableciéndose uno de los regímenes totalitarios del
siglo XX, hasta finales de década de 1980, cuando Mijaíl Gorbachov,
trató de reformar el Estado con la
perestroika y glásnost, por salvar a la
URSS de una grave crisis social, económica y política, provocándose
finalmente la desintegración en 1991.
El
Gobierno Provisional se había instalado en el Palacio a finales de
marzo de 1917, unas semanas después del derrocamiento del zar. El
Gobierno se esperaba lo peor; el Congreso Extraordinario de los
soviets, presionado por un pequeño grupo de radicales dirigidos por
Lenin y Trotsky, había reivindicado la dimisión del gobierno, quien
ignoró el ultimátum. Se hizo evidente que los bolcheviques iban a
pasar a la acción. El gobierno provisional se encontraba tan
impotente que ni siquiera estaba en condiciones de alimentar al
personal. No había defensa organizada en Palacio.
La
Revolución Rusa de Octubre, comenzó con el triunfo revolucionario
dirigido por Vladimir Illich Uliánov, Lenin; lo que supuso la
culminación de un movimiento de toma del poder, por el cual el
marxismo consiguió establecer en el poder, por primera vez en la
historia, un gobierno obrero. Vamos a repasar cómo fue la toma del
Palacio, y los acontecimientos que se produjeron antes, durante y
después del Asalto.
Lenin fue el artífice de la Revolución.
Adaptó la tesis de Marx a la realidad rusa,
y organizó las bases del Estado. En abril de 1917, había llegado a
Rusia de incógnito desde Finlandia, donde se encontraba exiliado. El
líder bolchevique reivindicaba: el final de la guerra; toda la
tierra para los campesinos; todo el poder para los soviets. El zar
había abandonado el trono, víctima de su propia política, y Lenin
consideró que era el momento de tomar el poder. El movimiento
obrero, en nombre de la paz y el socialismo, alcanzó la victoria y
cumplió su misión, comenzando la era Socialista.
Las imágenes de la película Octubre (Diez
días que transformaron el mundo), de
Serguéo Eisenstein, muestran a una avalancha humana que se lanza por
el arco de triunfo del Estado Mayor de la plaza. En octubre de 1917,
ya habían desaparecido las águilas bicéfalas de las puertas de
Palacio y se habían retirado todos los símbolos de la Rusia
imperial, tras la proclamación de la república el 14 de septiembre;
por lo que
parece no fue tanto un asalto, sino una gradual invasión de los
bolcheviques.
Tras una rebelión de soldados y marinos
instigados por los bolcheviques, el gobierno cayó y Kerenski pasó a
ser jefe del gobierno, cada vez más débil e incapaz de estabilizar
la situación política. Lenin había iniciado una campaña
propagandística en la que exigía la paz inmediata con Alemania.
Parecía que Rusia se encaminaba al establecimiento de un régimen
democrático y parlamentario; pero el
general zarista Kornilov pensó que era el momento de restablecer la
disciplina en el ejército y el orden en la sociedad civil. A finales
de Agosto concentró cuatro divisiones en el Neva exigiendo la
dimisión del gobierno. Kerenski, temeroso, pidió ayuda a todo el
pueblo. Es cuando los soviets retoman su protagonismo y
preponderancia y dentro de ellos, los bolcheviques.
Lenin
propone al Comité Central la insurrección inmediata. Se aprueba el
levantamiento para el 25 de Octubre, fecha en la que estaba
convocado el II Congreso de los soviets. Trotski constituye un
Comité Militar Revolucionario Provisional, que pedirá a los
regimientos de la capital, a los guardias rojos y a los marinos de
Kronstadt que se adhirieran al mismo. Al mismo tiempo, un pequeño
grupo de bolcheviques debían ocupar correos, las estaciones, puentes
y demás lugares estratégicos de la ciudad para asegurar el éxito del
levantamiento. Lenin después de estar escondido en lugar seguro, se
disfraza para pasar inadvertido, llega a Smolny desde donde remite
un comunicado al Acorazado Aurora para que permanezca en el río Neva
y prepare lanchas para desembarcar. Kerenski da la orden de abortar
cualquier tipo de insurrección e instaura el estado de sitio el día
24, órdenes que nunca se cumplieron.
A las 21:00 horas, parte de las fuerzas que
defendían el Palacio, negociaron con los sitiadores su marcha, con
el beneplácito de los oficiales.
En el exterior, el cerco se había estrechado con la llegada de
nuevas unidades, entre ellas marinos de Finlandia y del Kronstadt.
Al anochecer pequeños grupos de sitiadores comenzaron a penetrar en
el Palacio. Hacia la medianoche su número aumentó. La marcha de
parte de los defensores facilitó la infiltración de los sitiadores.
Las
películas reflejaron el asalto, mostrado un gran ataque al Palacio y
una lucha feroz, cuando, en realidad, los insurgentes bolcheviques
encontraron poca resistencia y pudieron penetrar sin mucha
dificultad y tomarlo. En su mayor parte, el alzamiento en Petrogrado
se efectuó sin derramamiento de sangre y en un ambiente de
normalidad general en la capital. Se calcula que en el asalto
murieron únicamente cinco marinos y un soldado de entre los
atacantes y que los defensores no sufrieron bajas mortales.
Revolución social y política, los nuevos comisarios del pueblo se
apresuraron a aprobar una notable cantidad de leyes que afectaron
positivamente a la sociedad y a la economía rusa. Al decreto de la
propiedad de la tierra, le siguió la aprobación de la jornada de
ocho horas, una de las mayores aspiraciones obreras, y el 15 de
noviembre se aprobó la Declaración de los derechos de los pueblos de
Rusia. La Revolución llegaba a un punto histórico sin retorno.