"En España, de cada diez
cabezas, nueve embisten
y una piensa" (Antonio
Machado). Así ha
ocurrido en el debate de
investidura estos días
en el Congreso de los
Diputados. Los
representantes de la
derecha, la ultraderecha
y la ultra-ultraderecha
reaccionaria no han
hecho otra cosa que
embestir; no investir
que es lo que tocaba. Se
han lanzado contra el
candidato a Presidente y
todo lo que se movía a
su izquierda de forma
violenta, con insultos y
descalificaciones,
aportando pocas ideas
salvo la palabra que
tanto les gusta repetir,
cuadrándose y con voz
engolada: ¡España, todo
por España!
Pedro Sánchez no ha
logra la mayoría
absoluta en la primera
votación y confía en
desbloquear el Gobierno
en la del martes.
Obtiene 166 'síes', 165
'noes' y 18
abstenciones. La
votación se repetirá el
próximo día 7 y todo
parece que Sánchez
saldrá investido por
mayoría simple, más
votos favorables que en
contra. El candidato
cerró el debate pidiendo
moderación, afirmando
que "Esta
coalición progresista es
el mejor antídoto contra
esta coalición del
apocalipsis"
España está a punto de
marcar un nuevo hito en
su historia si el pacto
entre Pedro Sánchez y
Pablo Iglesias obtiene
el respaldo necesario en
el Congreso, con la
sombra del tamayazo
planeando sobre el
Congreso.
De salir adelante, habrá
por primera vez un
gobierno de coalición en
el país y España se
sumaría al listado de
otros países en Europa
con tradición de
gobiernos conjuntos
entre dos o más
partidos, algo que se ha
ido implantando en los
últimos años en las
comunidades autónomas
españolas pero que se
resistía en el ámbito
nacional.
La
sesión de investidura
del sábado ha sido muy
literaria y poética, que
ha chocado con los
insultos e improperios
lanzados.
De Bertolt Brecht,
Benito Pérez Galdós,
Mario Vargas Llosa,
Antonio Machado o Albert
Camus.
Citas literarias,
textuales o retocadas,
se han intercalado entre
la artillería
dialéctica. Comenzó el
candidato a la
Presidencia del
Gobierno, con Bertolt
Brecht: "¿Qué tiempos
son estos en los que
tenemos que defender lo
obvio?". "Su moral
política es como una
capa con tantos
remiendos que no se sabe
ya cuál es el paño
primitivo", le ha
replicado, Pablo Casado,
parafraseando a Benito
Pérez Galdós, el día en
que se cumple el
centenario de su muerte.
Más libertades se ha
tomado el popular con
Mario Vargas Llosa al
preguntar a Sánchez:
"¿Cuándo se jodió, no el
Perú, sino el socialismo
constitucional?"
Desde la Transición,
ningún ganador de unas
elecciones había
necesitado tanto el
apoyo de otras
formaciones políticas
como ahora. Sánchez ya
lo necesitaba después
del 28 de abril, cuando
PSOE y Podemos sumaban
diez escaños más, pero
el socialista se negó a
negociar desde un
principio un gobierno de
coalición y, cuando
accedió, a Iglesias no
le pareció suficiente. "No
hay tradición" de un
Gobierno de coalición,
se justificaba, abogando
por un gobierno "a la
portuguesa" de apoyo
parlamentario.
Pero tras las elecciones
del 10 de Noviembre
ambas fuerzas
progresistas perdieron
fuerza y el
multipartidismo terminó
por explotar con más
partidos que nunca y el
escenario se tornaba más
complicado para formar
un Gobierno estable. El
fracaso de tres meses de
negociaciones tras el
28A se consolido en
menos de 48 horas tras
el 10N; "Lo que en abril
se había convertido en
una oportunidad
histórica, hoy es una
necesidad histórica",
dijo Pablo Iglesias
desde la Moncloa durante
una comparecencia
conjunta con Sánchez y
en esas estamos.
Según el
#NuevoAcuerdoParaEspaña
de la #CoaliciónProgresista,
estas son algunas de las
medidas que el PSOE y UP
se comprometen: subida
del salario mínimo a
1.200 euros y subida de
pensiones con arreglo al
IPC para los jubilados;
subida del IRPF a las
rentas altas a partir de
130.000 euros; bajada de
impuestos a Pymes y
autónomos que facturen
menos de 1 millón de
euros; derogar la ley;
subir los impuestos a
las rentas altas y
derogar la reforma
laboral; impulsar la vía
política para abordar el
conflicto político
catalán; la asignatura
de Religión dejará de
contar para la nota
media y no tendrá
alternativa; compromiso
para limitar el precio
de los alquileres; una
ley que blinde el solo
sí es sí y más planes
para la violencia
machista; aprobar la ley
de cambio climático;
revertir los límites a
las investigaciones
judiciales aprobados por
Rajoy; aprobar una de
las grandes
reivindicaciones de la
actual fiscal general
del Estado; asistencia
sanitaria en casa y
banda ancha para
repoblar la España
vacía; acuerdo por la
eutanasia y para
eliminar los copagos
introducidos por el PP;
aumentar el presupuesto
para Cultura; homenaje a
las víctimas del
franquismo el 31 de
octubre y a los
exiliados el 8 de mayo,
las casas de apuestas
solo podrán abrir a
partir de las diez de la
noche.
La
investidura de Sánchez
resucita al PP de las
trincheras y la
radicalidad. Casado y
Abascal compiten en
insultos a Sánchez, por
liderar una oposición
que anticipa una
legislatura bronca y de
judicialización
política.
Abascal denunciará a los
que quieren "trocear"
España.
El ambiente destila ya
más crispación y más
trazo grueso que el que
se vivió entre 2004-2008
con la virulenta y
vehemente estrategia que
desplegó Rajoy contra el
entonces presidente
Zapatero. El PP, Vox y
Cs, más que investir,
embisten, pese a que
el PP afirma que
"Sánchez se ha sumado a
la embestidura contra el
Estado de derecho".
En el Parlamento del XIX,
los diputados se
referían a quienes les
precedían en el uso de
la palabra como "mi
ilustre opinante". En el
del XXI, lo que se
estila es llamarle
"sociópata, mentiroso,
fatuo, arrogante y
patético",
que es como el líder del
PP, Pablo Casado, llamó
a Pedro Sánchez nada más
subirse a la tribuna de
oradores. El "cayetanismo"
se ha impuesto en la
calle Génova. En su
desvarío,
Arrimadas pide un
'tamayazo' a la bancada
socialista: Solo hace
falta un valiente.
Santiago Abascal, que
pidió la detención
inmediata de Torra, por
estar en "absoluta
rebeldía", embistió
contra Sánchez
anunciando una triple
ofensiva en el Congreso,
en los tribunales y en
las calles para "frenar"
los planes de un
Gobierno que calificó de
traidor, fraudulento e
ilegítimo. "Es un
fraude, un mentiroso, un
estafador, un político
indigno y un personaje
sin escrúpulos, que a
caballo del apoyo
mediático y sometiendo a
las instituciones, es
capaz de cualquier cosa
por seguir viviendo en
La Moncloa". Es un
villano de cómic, llegó
a decir "es un Tirano
Banderas, que lo mismo
se envuelve en la
bandera nacional que en
la estelada, en la
europea o en la cubana".
Impresentable.
El
PSOE ha logrado la
ruptura del bloque
independentista; ERC
mantiene la abstención
pese a que ve un "golpe
de Estado" tras la
decisión de la JEC y
JxCAT votará "no" porque
duda de un candidato con
"mil rostros". La
sorpresa de la jornada
la dio la diputada Ana
Oramas, de Coalición
Canaria, que
decidió desobedecer la
abstención aprobada por
la dirección de su
partido
y anunciar que votará
"no" por coherencia y
sus principios. Hizo una
introducción en forma de
poema, "puedo
escribir los versos más
tristes esta noche",
para después arremeter
con dureza contra el
candidato a la
investidura. "Usted
quería un gobierno
gratis total y ahora
esta dispuesto a pagar
el mayor precio que se
podría pagar".
Algunos discursos en
titulares:
Pedro Sánchez advierte
de que "España no se va
a romper ni la
Constitucón" y enarbola
el patriotismo social
frente al discurso
apocalíptico de la
derecha.
Sánchez defiende el
diálogo en Cataluña
porque la solución al
conflicto no llegará
sólo de la aplicación de
la ley (Ver
intervención completa de
Pedro Sánchez).
El candidato socialista
propone "retomar
el diálogo en el punto
en que los agravios
comenzaron a acumularse".
Emplaza a todos los
partidos a acordar "una
propuesta de España
diversa que se enriquece
en la pluralidad de sus
identidades, lenguas,
culturas y personas".
Iglesias sale en tromba
contra la derecha de la
anti España. "Sólo
aceptan la democracia y
las instituciones cuando
mandan ustedes", dice el
líder de Podemos.
Iglesias advierte a la
derecha: "Los avances
sociales se seguirán
produciendo en este país
a pesar de ustedes".
Iglesias afirma que la
tarea del próximo
Gobierno será "reparar
las traiciones a España"
del Partido Popular.
Otra frase: "Ustedes no
entienden la diversidad
de nuestra patria. No
aceptan que una mayoría
parlamentaria que
representa a los
ciudadanos construya un
nuevo Gobierno.
Desprecian a esta
mayoría y, al despreciar
al Parlamento,
desprecian a España".
Por su parte Alberto
Garzón (futuro nuevo
ministro de Consumo):
"La radicalización de
las derechas es para ver
quién rentabiliza el
conflicto".
Gabriel Rufián
advierte a Sánchez de
que si "no hay mesa de
diálogo no hay
legislatura":
somos catalanes,
republicanos y somos
independentistas y ante
todo somos demócratas.
Jamás ni por activa ni
por pasiva favoreceremos
un gobierno de extrema
derecha. Aitor Esteban
del PNV
defiende la investidura
como "una gran
oportunidad" pero pide a
Sánchez "liderazgo" para
enfrentar los riesgos
.El diputado de Teruel
Existe ha denunciado que
es víctima de
"una presión tremenda en
los medios y las redes".
Decíamos que el debate
ha sido muy literario y
poético. Marcando
distancias con el
candidato, la portavoz
de JxCAT, Laura Borràs,
ha recordado un célebre
texto de Martin
Niemöller: Cuando los
nazis vinieron a
llevarse a los
comunistas, guardé
silencio, ya que no era
comunista..., aunque ha
preferido explicarlo a
leerlo. "En España lo
mejor es el pueblo.
Siempre ha sido lo
mismo. En los trances
duros, los señoritos
invocan la patria y la
venden; el pueblo no la
nombra siquiera, pero la
compra con su sangre y
la salva", recordaba
Pablo Iglesias a Antonio
Machado. "La democracia
si es consecuente no
puede beneficiarse de
las ventajas de la
venganza", citaba Jaume
Asens, a Albert Camus,
en los sesenta años de
su muerte.
Frente a lo cultural y
literario, la bronca sin
medida, bajo el control
de "la derecha, la
ultraderecha y la
ultra-ultraderecha". La
portavoz de EH Bildu,
Mertxe Aizpurua, ha
tenido que soportar a
las tres derechas
gritando "asesinos",
"viva el rey" y "fuera,
fuera" y con el
secretario de la Mesa,
Adolfo Suárez, dándole
la espalda durante toda
su intervención. La
tensión ha llegado a tal
punto que la presidenta
del Congreso ha tenido
que intervenir: "En
el Parlamento se
defienden las posiciones
políticas mediante la
palabra, no mediante el
grito o el insulto.
¿Pueden dejar de gritar
por favor?".
La primera chispa saltó
cuando Aizpurua aludió
al rey para calificar su
intervención televisada
el tres de octubre de
2017 como un gesto de
autoritario. En medio de
toda esa tensión, Pedro
Sánchez ha conseguido
salvar el debate con
Bildu sin tomar partido
en la bronca ni
responder a las
alusiones.
Adriana Lastra, portavoz
del grupo socialista en
el Congreso, cerró el
debate, con una
excelente intervención y
de manera contundente:
"Hemos escuchado a las
derechas llamar traidor
a quien ha ganado las
elecciones y han llamado
a frenarlo",
amenazando con un golpe
de Estado por todos los
medios.
Una mención especial le
ha dedicado a Inés
Arrimadas, a quien ha
acusado de hacer el
ridículo "alentando
tamayazos" por pedir a
los diputados
socialistas que sean
valientes y no secunden
la investidura. "Los
diputados de esta Cámara
no son arribistas ni son
tránsfugas", le ha
espetado.
En su turno de respuesta
a Lastra, Sánchez ha
aprovechado para cargar
contra la portavoz de
Ciudadanos por llamar
"al transfuguismo de
diputados y diputadas".
Ha clamado que "Frente a
la coalición del
apocalipsis, la
coalición progresista
que va a gobernar
España", terminando su
intervención con un
menaje de esperanza:
"dejemos a la coalición
del apocalipsis con su
rencor y su vuelta al
blanco y negro".
Catalunya y ETA han sido
protagonistas en el
debate, junto con
gritos, insultos,
improperios y
descalificaciones. Hay
que destacar como
positivo, que la
izquierda ha
escenificado su unidad,
por primera vez desde la
moción de censura, y se
prepara para una
oposición sin tregua.
El día 7 se votará
definitivamente la
investidura y sabremos
si tenemos un gobierno
progresista o vamos a
unas nuevas elecciones,
que todos dicen no
querer. Veremos.