No es
socialdemocracia, ni socialismo ni comunismo; es socialismo
democrático: socialismo y democracia como una unidad inseparable.
Últimamente escuchamos estos términos utilizados por la derecha
reaccionaria como un insulto, cuando no hay nada más noble y digno
que utilizarlos llevando a cabo sus principios ideológicos,
realizando sus políticas para el mayor bienestar de la mayoría. El
socialismo democrático está a favor de los movimientos de base, con
el objetivo de la creación inmediata de descentralización y
democracia económica, superando y rechazando los métodos
autoritarios del capitalismo.
Socialismo democrático suele utilizarse como
sinónimo de socialdemocracia, como ha hecho Pedro Sánchez en su
discurso de clausura del 40 Congreso del PSOE, pero no lo es; hay
diferencias. No es crítica es clarificación.
El socialismo democrático acoge, perfecciona y profundiza toda la
estructura de libertades de la revolución burguesa de fines del
siglo XVIII: derechos humanos, división de
poderes, limitaciones jurídicas a la autoridad pública, o soberanía
popular; también las preocupaciones por la equidad inherentes a las
doctrinas socialistas, que las completa dialécticamente con sus
propias aportaciones ideológicas de carácter democrático:
organización popular, partidos políticos de masas, sindicalismo,
pluralismo ideológico, elecciones, constitucionalismo social, los
nuevos derechos humanos, las responsabilidades social y ecológica de
la propiedad, y la equidad económica, a fin de alcanzar una fórmula
política moderna y dinámica lo suficientemente flexible para que se
adecue a las distintas circunstancias de lugar y de tiempo;
superando el capitalismo para cambiarlo por vías democráticas.
Lo más parecido al socialismo democrático,
queda reflejado en un manifiesto de Unidas Podemos que ha realizado
en el final de la clausura de su Universidad de Otoño, bajo el
título
Brújula para ganar una década, donde ha
dejado claro que quiere que la próxima década sea la de la verdadera
revolución económica y social de España, para lo que es "condición
indispensable" que el partido encabece el Gobierno como fuerza
mayoritaria, una tarea para la que pide el apoyo de "la gente
decente". Para ello, Podemos en su manifiesto ha dejado un listado
de diferentes proyectos, y cambios económicos, sociales y políticos
que "van a ser prioritarios" en los próximos años.
La socialdemocracia es una ideología política,
social y económica, que busca apoyar las intervenciones estatales,
tanto económicas como sociales, para promover la justicia social en
el marco de una economía capitalista. Es un régimen de política que
implica un compromiso con la democracia representativa, medidas para
la redistribución del ingreso y regulación de la economía en las
disposiciones de interés general.
La socialdemocracia es una ideología surgida en la segunda mitad del
siglo XIX en Europa, que defiende una
economía mixta y un estado de bienestar. En la actualidad, los
socialdemócratas defienden elementos del socialismo y del
capitalismo, combinados en la llamada economía mixta, sin dejar de
lado los ideales de justicia social.
En la clausura del 40 Congreso Federal del
PSOE, Pedro Sánchez ha tenido la oportunidad de teorizar sobre la
socialdemocracia. De hecho, la foto fija de la socialdemocracia, la
hemos visto representada por Pedro Sánchez, Felipe González,
Rodríguez Zapatero y Almunia y sus políticas. En algún momento ha
utilizado el término socialismo democrático para referirse a la
socialdemocracia, reivindicando al PSOE como referente de la
socialdemocracia, que ha impregnado su mandato al frente del PSOE y
también del Gobierno.
Hasta una veintena de veces ha enarbolado esa bandera en su discurso
de cierre del 40 Congreso en el que los
socialistas ponen rumbo al ciclo electoral de 2023 en un momento en
el que las encuestas no son favorables.
El
presidente ha puesto en valor las medidas con la que España ha
luchado contra la pandemia −los ERTE, la vacunación, por orden de
necesidades médicas y no del tamaño de las carteras, la eutanasia,
la subida del SMI o el Ingreso Mínimo Vital−. "Eso se llama
socialdemocracia", ha repetido en un discurso en el que ha hilado el
pasado y el presente, comparando lo que lleva de mandato con
"conquistas" históricas de los socialistas como el sistema nacional
de salud, el fin de la violencia de ETA, la ley de violencia de
género, la de igualdad o al matrimonio igualitario. Pedro Sánchez se
ha mostrado convencido de que la receta socialdemócrata a la salida
de la crisis reforzará a los socialistas, reivindicándose frente a
otras.
El socialismo democrático, es la ideología
oficial del reformismo moderno, proclamada en el Congreso de
Francfort de la Internacional Socialista en 1951. Las raíces
teóricas del socialismo democrático arrancan del neokantismo, con su
preconización del socialismo ético.
Es un ideal moral, accesible por igual a los representantes de todas
las capas de la sociedad. Se rechaza la
lucha de clases, la revolución socialista y la dictadura del
proletariado. El socialismo surge democráticamente, como resultado
de una suma de medidas sociales y de tipo cultural y educativo.
En este
trance, y en la actualidad, las múltiples fuerzas políticas e
ideológicas de izquierdas deben unirse y no disgregarse, confluyendo
en una estrategia común que aleje y aparte a la derecha reaccionaria
que representa el PP y a la ultraderecha, que representa otros
tiempos pasados y sufridos durante el franquismo, transformando el
Sistema democráticamente para la implantación de otro más justo e
igualitario.
Se ha
celebrado el 40 Congreso Federal del PSOE y mucho recuerda a aquel
Congreso de Suresnes, en el que se aprobó la nueva estrategia,
políticas y nuevos objetivos, contra el franquismo en el interior y
preparar el camino para la democracia. En 1974 el régimen de Franco
agonizaba y la oposición democrática se preparaba para acceder a las
instituciones. La alternativa pasaba por reforma o ruptura. Luego,
la mayoría de quienes propugnaban la ruptura, reformaron y los de la
reforma, hoy, anhelamos la ruptura. En el 40 Congreso, en el ámbito
ideológico o programático no se han producido grandes cambios. La
posición socialdemócrata del PSOE se mantiene en sus líneas básicas.
En la
historia de España, la unidad de la izquierda no ha tenido final
feliz. Pero unidad ha habido y lo negativo de la historia no tiene
por qué repetirse, pese a la llamada de los voceros interesados,
argumentando que volverán a ocurrir los males si no gobierna la
derecha. La izquierda sigue dividida y en el peor de los casos
enfrentada. La izquierda tiene que cuestionar el poder, sin olvidar
que el objetivo de la acción política, consiste en la transformación
de la realidad injusta y la función de las ideas y principios en
cargarse de razones. Juntos contra el enemigo.
La
derecha está unida, desde el centro, hasta su extremo: liberales,
democristianos, conservadores, franquistas y la extrema derecha.
Frente a ello los partidos de izquierdas se han caracterizado por
marcar sus diferencias. Por si mismo no es negativo, si pretende
fortalecer los debates y encontrar, mediante la razón, las ideas que
lleven a superar la situación de injusticia que soporta la clase
trabajadora, pero es innegable que esa desunión, hace que la derecha
se mantenga en el poder y consiga sus fines.
El
socialismo democrático está a favor ya sea de transición electoral
al socialismo o la revolución espontánea de las masas desde abajo
para distinguirse de los socialistas autoritarios que requieren un
Estado de partido único, la posición del marxismo-leninismo. Por el
contrario la socialdemocracia es una ideología política, en el marco
de una economía capitalista, que propugna la intervención directa
del Estado en la economía. El fin de la intervención es el de poder
redistribuir la renta de una forma más social, garantizando el
estado de bienestar y el interés general.
El
socialismo democrático, como movimiento internacional, no exige
uniformidad de enfoque. Ya sea que los socialistas construyan su
ideología en el marxismo u otros métodos de análisis de la sociedad,
ya sean inspirados por principios religiosos o humanitarios, si se
aboga por la organización social y económica, basado en la propiedad
y administración colectiva o estatal de los medios de producción y
distribución de los bienes.
Unidas Podemos, en el manifiesto ya
mencionado, expresa los diferentes cambios y medidas que se deben
hacer en España para hacer la revolución social y económica. En esa
lista aparecen medidas como implementar mejoras salariales, mejorar
la sanidad y la educación, profesionalizar los cuidados y "recuperar
su soberanía económica, industrial y productiva, irresponsablemente
desmantelada durante demasiado tiempo".
Unidas Podemos expresa en el texto, que España tiene que desplegar
una estrategia de soberanía productiva y alimentaria, de economía
circular y consumo de proximidad; contar con una industria fuerte y
localizada, una cadena alimenticia de proximidad y reservas
estratégicas de las materias primas esenciales.
En el
plano político, Unidas Podemos considera que será necesario "romper
el bipartidismo y extender la democracia a todos los ámbitos",
incluidos la organización del Estado y la influencia de la iglesia
católica, de modo que sea posible avanzar hacia la "irrenunciable e
irremediable república solidaria y plurinacional en la que nuestro
país se debe convertir mediante una nueva Constitución del siglo XXI".
Las
teorías de un socialismo democrático representan un concepto
igualitario de justicia, afirman el Estado democrático, luchan por
la seguridad del estado de bienestar para todos los ciudadanos,
quieren limitar la propiedad privada de una manera socialmente
aceptable y socialmente integral, y regulan políticamente el sector
económico.
El
socialismo, comunismo, anarquismo, sindicalismo, ecologismo,
feminismo, pacifismo, son ideologías, con demandas sociales, que
desde lo específico, dan una visión global de la cuestión, para
promover la igualdad, la justicia social y la solidaridad. Para
conseguir sus fines tienen que llegar al poder y mejor unidos.
Unidad desde la diversidad, frente a la derecha como enemigo común.
Todo puede conseguirse uniendo, no disgregando, por el socialismo
democrático.