El 1º de
Mayo es una fecha emblemática para la clase trabajadora en la lucha
por conseguir derechos, mejores salarios, seguridad y dignidad. Hoy
como ayer grito: ¡Viva la lucha de la clase obrera!
En 1890,
se estableció el 1 de Mayo como Día Internacional de los
Trabajadores, en homenaje a los Mártires de Chicago ejecutados, y a
las 5.000 huelgas simultaneas que se produjeron. Se abandonaron las
fábricas para ganar las calles: ¡Ningún obrero debe trabajar más de
8 horas por día! ¡8 horas de trabajo! ¡8 horas de reposo! ¡8 horas
de recreación!
A finales
del siglo XIX, las condiciones de vida de los trabajadores seguía
siendo de miseria y esclavitud; no podían ser peores: jornada
laboral de 16 horas, salario escaso y sin derechos. Niños trabajando
desde los 6 años y mujeres de noche para completar el salario
familiar. La miseria y la explotación eran un lugar común entre la
clase trabajadora y la represión policial al servicio del patrón.
Ante esta situación extrema por sobrevivir, empezó la lucha obrera.
El 1 de
Mayo de 1886 la huelga por la jornada de ocho horas estalló de costa
a costa de EEUU. Más de cinco mil fábricas paralizadas y 340.000
obreros salieron a la calle a manifestar su exigencia. En Chicago
los sucesos tomaron un sesgo violento, que culminaron en la masacre
de la plaza Haymarket, el 4 de Mayo. En el juicio, amañado, contra
los dirigentes anarquistas y socialistas, cuatro fueron condenados a
morir en la horca y ejecutados un año y medio después. La historia
ha sido olvidada, ocultada o eliminado todo contenido de lucha
social. En España durante el franquismo, el 1 de Mayo se transformó
en un mero día festivo de exaltación franquista.
El 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo,
es la fecha reivindicativa y solidaria por excelencia. Los
sindicatos
CCOO y UGT, reivindican un nuevo orden
mundial más justo que sitúe a las personas y su bienestar por
delante de los intereses económicos de unos pocos y muestran su
solidaridad con el pueblo ucraniano, a la vez que condenan la guerra
iniciada por Rusia con la invasión de Ucrania. Solidaridad que hacen
extensible a esa parte del pueblo ruso que no quiere la guerra y que
está siendo detenido por ejercer su derecho a la protesta.
Igualmente manifiestan su más enérgico rechazo al giro histórico
llevado a cabo por el gobierno de España con respecto al Sahara
Occidental alejándose de la resolución 690 de Naciones Unidas de
1991 y expresan su apoyo y solidaridad con el pueblo saharaui y su
causa, defendiendo su derecho de autodeterminación.
Subir los
salarios, contener los precios y más igualdad, son las prioridades
de CCOO y UGT para este 1º de Mayo 2022. Las organizaciones
sindicales ponen de relieve que la fuerte presión inflacionista de
la energía, a la que se suman los efectos de la guerra de Ucrania,
se está extendiendo a los bienes y servicios fundamentales,
perjudicando en mayor medida a los hogares con menores ingresos. "Es
urgente tomar medidas eficaces para frenar la subida de los precios
que empobrece a la clase trabajadora".
CCOO y
UGT celebran que el Gobierno haya tomado medidas para afrontar las
consecuencias generadas por la guerra en Ucrania, pero estas medidas
son insuficientes para proteger a las personas más afectadas por la
fuerte subida de los precios. En un corto plazo las medidas deben
centrarse en paliar las consecuencias más negativas de este choque
externo, especialmente sobre los sectores vulnerables de la
población; actuar sobre las causas de la subida de los precios
energéticos y lograr un reparto equilibrado del ajuste entre todas
las rentas, incluyendo a los beneficios empresariales y las rentas
del alquiler inmobiliario.
Es
imprescindible garantizar el poder adquisitivo de los hogares,
especialmente de aquellos con menos recursos, de ahí la importancia
de las subidas del salario mínimo interprofesional y de las
pensiones relacionándolas con el incremento del coste de la vida, en
un momento en el que elementos básicos de la cesta de la compra como
la electricidad, los carburantes o los alimentos registran fuertes
subidas de precios, empeorando las condiciones de vida de la
población. "Hay que coser y cohesionar la sociedad. La reforma
laboral aprobada es buen ejemplo de ello".
Los
sindicatos anuncian que van a ser beligerantes, para que a la
negociación colectiva se lleven los mismos planteamientos que las
organizaciones sindicales están planteando a la patronal: Las
subidas salariales tienen que ir acompañadas de cláusulas de
revisión salarial, que son necesarias para evitar a final de año los
salarios sean los que paguen el pato de la inflación. España no
tiene riesgo de espiral inflacionista por la subida de salarios,
pero sí un riesgo de caída de demanda si no aumentan las nóminas.
En un día
de reivindicación por excelencia, como el 1º de Mayo, hay que exigir
una Ley contra el Racismo que combata eficazmente el racismo
estructural e institucional; derogar la Ley Mordaza, que criminaliza
la protesta. Hay que exigir que la ley de salud mental no aumente
las plantillas psiquiátricas, sino que aborde el origen de los
traumas.
La
pandemia ha provocado graves consecuencias económicas y sociales,
pero éstas no se pueden descontextualizar de la crisis que ya
arrastraba el sistema capitalista. Su constante necesidad de
acumulación y consumo de recursos está generando un tremendo impacto
en un planeta, que lleva tiempo dando señales alarmantes.
Un reto para el movimiento obrero es hacerse
oír, tomar conciencia de clase y contrarrestar la oleada de
movimientos nacionalistas, autoritarios, racistas y patriarcales.
Basta ya de blanqueamiento por parte de los medios de comunicación y
de pactos entre partidos. Tenemos que organizarnos desde abajo, en
el barrio, en el trabajo, en el sindicato, por la Justicia Social,
el reparto de la riqueza y la abolición de las fronteras, para que
nadie se vaya quedando atrás.
Este es el camino que ha escogido CNT.
Ante la
grave coyuntura a la que nos enfrentamos, los gobiernos reaccionan
como siempre lo han hecho: aumentando el control social, limitando
las libertades para la clase trabajadora, militarizando la sociedad,
recortando en gastos sociales; actuaciones que solamente benefician
a las élites capitalistas y cuyas consecuencias siempre las sufre el
proletariado de todo el mundo.
Las
organizaciones sindicales, reivindicativas y de clase no pueden
aceptar retrocesos en derechos, ni dar por buenos los falsos
argumentos, en cuanto a que debemos asegurar los beneficios del
capital para salir de la crisis». La salida de la crisis viene de la
mano de la lucha y la movilización.
Pretenden
encerrarnos en casa con leyes mordaza, con miedo a represalias, al
desempleo y la precariedad, pero debemos impedirlo. La salida social
de la crisis, favorable a la inmensa mayoría, está en el esfuerzo de
todos y de todas. Es necesaria una auténtica rebelión ciudadana por
los derechos, por el empleo, la defensa de lo público, el derecho a
la vivienda, la igualdad social y la no discriminación.
Este año,
las reivindicaciones han de pasar: por subir los salarios, que
llevan desde 2008 estancados; llevar a todos los convenios
colectivos la cláusula de revisión salarial; negociar el precio y
las causas del despido; conseguir la contención de precios de la
energía y las materias primas; seguir con la subida del SMI para
2023 al 60% del salario medio, unos 1.063 euros aproximadamente;
conseguir más herramientas efectivas para la igualdad y una sociedad
más feminista.
De igual
forma hay que ganar derechos sociales y laborales para todos los
colectivos que sufren vulnerabilidad y discriminación; avanzar en la
norma de salud laboral adecuándola a las nuevas realidades del
trabajo (incluyendo riesgos psicosociales y la salud mental);
avanzar en la jornada de 32 horas semanales; garantizar la
transición ecológica de la economía; así como desarrollar el nuevo
Estatuto de las personas trabajadoras del siglo XXI.
La
desigualdad también frena el crecimiento económico, no se puede
pretenda salir de esta crisis a costa de devaluar los salarios, de
generar más pobreza laboral y mayor desigualdad social. ¡Agrupémonos
todos en la lucha final!; para vivir con dignidad.