Las
violencias machistas, la precariedad, la losa de los cuidados, la
falta de seguridad y libertad en la vivencia de la sexualidad y el
placer; la brecha salarial y de las pensiones protagonizarán las
protestas del 8M, en el que se volverá a denunciar que la
desigualdad se cierne gravemente sobre la mitad de la población. El
8 de Marzo coincide con el Día Internacional de la Mujer. Este año
con el lema "Igualdad de género hoy para un mañana sostenible".
El Ministerio de Igualdad presentó la campaña
para el 8M, Día Internacional de las Mujeres, con el lema "In
Spain we call it igualdad", inspirado en
una de las canciones de Rigoberta Bandini, con el que se quiere
apelar al feminismo como algo que hace la vida mejor para la mayoría
de la población. Desde este punto de vista, el feminismo es, no solo
una manera de relacionarnos o de estar en el mundo, sino también un
proyecto de país, una manera de entender el Estado. "In Spain we
call it igualdad", es una de las muchas maneras de mostrar a España
como lo que ya es: un país feminista, un país en el que haya
igualdad entre mujeres y hombres. Promueve la lucha "contra toda
forma de discriminación por razón de género, orientación sexual,
etnia o cualquier otra circunstancia", al igual que querer una vida
"en la que poder trabajar con dignidad al tiempo que cuidas de tus
seres queridos y te cuidas a ti misma o a ti mismo".
Organizaciones feministas, partidos políticos y sindicatos de
España, hacen un llamamiento a salir este 8 de marzo para
reivindicar desde las calles un mundo en el que se pueda ser
socialmente igual, humanamente diferente y totalmente libre. Tras
dos años de pandemia y la prohibición de las manifestaciones el
pasado año, en esta ocasión se reivindica que el feminismo es
imparable.
La
Comisión 8M y el
Movimiento Feminista de Madrid, han hecho
públicos los manifiestos que leerán y que coinciden en exigir
cambios en la educación o la justicia, así como medidas para seguir
luchando contra la violencia de género. Sin embargo, difieren en lo
que tiene que ver con normas que incluyen la identidad de género.
Debates como la identidad de género o la prostitución son históricos
en el seno del Movimiento Feminista. La Comisión 8M acudirá a la
manifestación tras una pancarta con el lema "Derechos para todas,
todos los días"; mientras que Movimiento Feminista de Madrid
marchará defendiendo que "El feminismo es abolicionista".
En la celebración del Día Internacional de la
Mujer, Naciones Unidas, bajo el lema "Igualdad
de género hoy para un mañana sostenible",
reconoce la contribución de las mujeres y las niñas de todo el
mundo, que están liderando los esfuerzos de respuesta, mitigación y
adaptación al cambio climático para construir un futuro más
sostenible para todas las personas. Potenciar la igualdad de género
en el contexto de la crisis climática y la reducción del riesgo de
desastres es uno de los mayores desafíos mundiales del siglo XXI.
Las personas más vulnerables y marginadas son quienes sufren sus
efectos más nefastos. Cada vez es más evidente que las mujeres son
más vulnerables al impacto del cambio climático que los hombres. Sin
igualdad de género hoy, el futuro sostenible e igualitario seguirá
estando fuera de nuestro alcance.
El 8M
vuelve a las calles en 2022 con dos marchas por separado en Madrid.
Dos años han pasado de la última manifestación multitudinaria del
8M, en un marzo de 2020. 120.000 asistentes fue la cifra que
facilitó la Delegación de Gobierno de Madrid, frente a las más de
300.000 contabilizadas en 2018 y 2019. La Comisión 8M denunció que
esta situación vivida en 2020 fue la causante de que la Delegación
de Gobierno de Madrid decidiera cancelar cualquier marcha en la
capital por razones de salud pública. De hecho, en el resto de
España sí se permitieron diferentes movilizaciones.
En esta
ocasión, el Movimiento Feminista se ha posicionado abiertamente en
los diferentes debates: principalmente la abolición de la
prostitución y la Ley trans. Las conocidas como 'feministas
clásicas', lideradas por el Movimiento Feminista de Madrid, critican
la ley Trans de la ministra Irene Montero y, en concreto la medida
que permite la autodeterminación de género, porque consideran que
pone en peligro las políticas públicas a favor de la igualdad" y
"socavan los derechos" de las mujeres que se han reclamado a lo
largo de la historia. Tampoco ha gustado a este sector que la
ministra de Igualdad no haya sido contundente en sus medidas
relacionadas con la prostitución, a pesar de que Montero se ha
declarado abolicionista de la misma.
La
Comisión 8M, entidad que ha organizado las ediciones de la protesta
desde 2018, destaca la importancia de la movilización en un momento
en el que los efectos de la crisis sanitaria han agravado la
situación que viven las mujeres que a menudo se encargan de las
labores de cuidados y de muchos de los oficios esenciales
imprescindibles para el sostenimiento de la vida.
Las
abolicionistas organizan su propia manifestación el 8 de marzo. Una
manifestación diferenciada para poner el énfasis en la defensa de la
auténtica agenda feminista. Son varios los motivos que han llevado a
las asociaciones, colectivos y plataformas feministas a dar el paso
de no acudir a otras convocatorias, y en síntesis se sustancian en
que la agenda feminista lleva años bloqueados e incluso rechazados
con actos violentos. O dicho de otra forma: la agenda feminista ha
sido sustituida por otras agendas que incluso colisionan con los
objetivos centrales de la agenda feminista. Por ello, se han visto
abocadas a organizarse de forma independiente, en ejercicio de su
derecho constitucional de manifestación y en defensa de los derechos
de las mujeres y las niñas.
Las
feministas el negacionismo de ultraderecha con la violencia
machista, una verdadera internacional reaccionaria contra los
avances del feminismo y la igualdad. Unas y otras organizaciones
coinciden en determinadas denuncias y reclamaciones, como la
existencia en España de una justicia patriarcal. Entienden que se
necesita una justicia que "nos escuche, que nos crea, que no nos
exponga" y que se elimine los sesgos patriarcales, racistas y
clasistas. La necesidad de una legislación "que persiga eficazmente
la trata con fines de explotación laboral y explotación sexual".
Muestran la necesidad de una reforma del sistema judicial que no
revictimice a las mujeres; creación de nuevos juzgados específicos
para la violencia contra la mujer; siendo urgente la dotación de
presupuestos para el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
En
materia de Educación, la Comisión 8M reclama que sea "pública,
universal, gratuita y de calidad", con aumento el profesorado y un
mayor reconocimiento de la profesión, además de una bajada de las
ratios. También piden una educación sexual y afectiva "que abrace y
celebre todas nuestras identidades y opciones sexuales" y que
combata las violencias machistas en todas sus formas, que eduque en
la corresponsabilidad, la equidad, la autonomía y la libertad, con
un currículum basado en la interculturalidad, que reconozca la
diversidad y las aportaciones de todos los grupos sociales.
En cuanto
a la identidad de género, el Movimiento Feminista, exige la
eliminación de todas las leyes estatales y autonómicas, entre ellas
el anteproyecto de la Ley Trans del Ministerio de Igualdad, que se
refieran a la "identidad de género" y la autodeterminación del sexo
registral que, a su juicio, desmantela la protección de las mujeres
frente a la desigualdad por sexo. Es posible proteger a los
colectivos frente a la discriminación sin menoscabar los derechos de
las mujeres.
El
movimiento feminista es un muro de contención ante el avance de la
ultraderecha y su agenda de odio, por eso lo tienen en el punto de
mira. "Queremos un mundo sin muros, ni fronteras, ni guerras. No
queremos explotar a nadie. No queremos sustentar nuestra vida sobre
la explotación de otros territorios, de otras poblaciones, de otras
mujeres". El bienestar no puede depender de un sistema colonial que
oprime a tres cuartas partes de la población, ni de un sistema que
amenaza con destruir el planeta.
Dice el Manifiesto de Podemos Madrid:
Somos un grito global. "Nuestra lucha es
la de todas, en todos los lugares del planeta. Somos un grito global
que viene de lejos: Las miles de mujeres que padecieron la represión
franquista en todas sus formas son parte de nuestra memoria
democrática y feminista. Somos un grito global que llega de lejos:
Caminamos con las defensoras indígenas de la tierra, con las mujeres
polacas, brasileñas, húngaras, indias y todas las que se enfrentan a
gobiernos fascistas; con las mujeres mexicanas, sudafricanas,
salvadoreñas y todas las que se organizan ante los feminicidios y la
complicidad de sus gobiernos; reivindicamos la libertad. Nos
fortalecen las victorias. Hacemos nuestras todas y cada una de las
resistencias que las mujeres están batallando".
El
movimiento feminista, en toda su diversidad, construyendo múltiples
y valiosísimas alianzas, es una caja de resonancia de toda la
conflictividad social, así como del deseo y el entusiasmo por
cambiarlo todo, desde la convicción de que un mundo justo es
posible. "Somos un movimiento de genealogías diversas que transforma
todos los aspectos de la vida". En este contexto de crisis global,
las feministas tienen un plan, "dibujamos otra trayectoria posible,
con una potencia feminista que atraviesa fronteras y derriba muros".
Nos llamamos a seguir caminando juntas, a seguir en rebeldía hasta
que la sociedad feminista que queremos sea una realidad para todas y
cada una.
A estas
alturas de la historia y conociendo los datos que se conocen, sobre
la violencia de género o las brechas entre mujeres y hombres, hay
que seguir denunciando los discursos de la extrema derecha en
España. Hay que seguir caminando, seguir en rebeldía hasta que la
sociedad feminista sea una realidad. ¡Derechos para todas! Ayer,
hoy, mañana, todos los días. Sin igualdad de género hoy, el futuro
sostenible e igualitario seguirá estando fuera del alcance de todas
y todos.